Carolina es pastelera y panadera.  Es bogotana y desde que estaba muy pequeña era muy antojada por las cosas dulces.  Cada vez que su abuelita materna le preparaba colaciones, ponche con claras y cosas dulces, tradicionales y deliciosas para navidad, ella sabía que esto era algo que seguro quería aprender.  Desde ahí empezó su interés y, podría decirse, que su historia en la pastelería.  Aunque sólo eran recetas de pastelería y lejos de hacer pan en la casa, aquí empieza la historia de 4AM. 

Apenas se graduó del colegio tenía claro que quería estudiar gastronomía. Se fue de intercambio en Estados Unidos, donde vivió con un primo de su papá y su familia por algunos meses.  Apenas regresó a Colombia, empezó su carrera de Cocina en Gato Dumas.  Estudiaba en las mañanas, pero cuando le dieron la oportunidad, empezó a trabajar en Gato como ayudante de pastelería y panadería (una especie de alumno monitor que asiste a los profesores en sus clases y apoya al equipo en los diferentes eventos).  Eso hacía que ella pasara gran parte del día en la pastelería de la escuela, a veces en clase y a veces asistiendo en clases.  Eran jornadas largas, pero cuenta ella muy satisfactorias ya que gracias a esto se dio cuenta que la Pastelería y la Panadería eran las cosas que más le gustaban. 

Cuando terminó la carrera de Cocina, empezó a trabajar en el negocio de su familia, donde trabajaba con niños y podía implementar algunas de las cosas aprendidas mientras estudiaba.  Pero ella sentía que quería estudiar más, y así seguir profundizando en lo que más le gustaba.  Empezó a estudiar en las tardes el programa de Pastelería, también en Gato Dumas.  Apenas terminó Pastelería, siguió complementando su conocimiento con el programa de Panadería. 

Cada vez que tenía cualquier oportunidad, probaba cosas nuevas, postres, panes, tortas.  Y fue así que decidió viajar a España a la Escuela Torreblanca, a estudiar con uno de los maestros de la pastelería más reconocidos en el mundo.  Ahí vivió por algunos meses, en un pequeño pueblo llamado Elda, donde tomaba su bicicleta todos los días hasta el siguiente pueblo para ir a la escuela. Su escuela no era sólo una escuela, era también el obrador donde se elaboraban todos los productos de la Pastelería Torreblanca. El desayuno en la escuela incluía deliciosas preparaciones que venían del obrador. Siempre había cosas diferentes, pero lo único igual todos los días en el desayuno eran los de increíbles croissants recién horneados, acompañados de un buen café y de las historias del maestro Torreblanca. Acá empezó su obsesión por los croissants y la idea de poder tener en algún momento un lugar especializado en estos. Durante este tiempo, visitó diferentes pastelerías y panaderías españolas, definitivamente fue un viaje no sólo de estudio, sino de gastronomía pura española que le daba más claridad de lo que quería lograr en el futuro. Allí estuvo durante tres meses y regresó a Colombia. 

Unos años más tarde, viajó a Chicago a la French Pastry School, donde tomó dos cursos intensivos y cortos. Allí se metió de cabeza a las masas laminadas, el tema del que más quería aprender y del que todavía sigue aprendiendo y seguirá aprendiendo todos los días. 

Con estos conocimientos y armada de valor, en diciembre de 2017, y con ayuda de su familia, y como empiezan muchos, desde su casa, decidió empezar el sueño que por temor a muchas cosas, había estado aplazando. Así empezó CuatroAM, que ahora es 4AM Croissanterie, el lugar donde todos los días hornean y experimentan recetas nuevas para seguir mejorando. Carolina asegura que todos los días aprende más y más cosas, para llevarles a ustedes, lo mejor de 4AM en la magia de un Croissant.